A lo largo de la poesía de Neruda se describe una pérdida del amor, debido a una traición o algo parecido, que se puede ver reflejada al hablar de otro a quien pertenecerá aquella mujer amada.
Está lleno de sentimiento y emotividad. Es preciosisimo.
Esta historia va del amor al desamor, en este caso, siendo el último poema demuestra completamente el desamor, ausencia, nostalgia, melancolía, lejanía o distancia, etc. Cabe aclarar que en el libro, el autor plasma su vida amorosa completamente, es decir toma varios amores y experiencias y no una específica.
En cuanto los aspectos formales podemos decir que el poema esta constituido por versosalejandrinos de catorce sílabas agrupados de a dos. Se encuentran espacios o pausas del ritmo dentro del verso (cesura) separando en dos partes llamadas hemistiquios. Los versos son pareados en estrofas de a dos menos el primero y el cuarto.
Se puede decir que el tema central es el amor y como tema adyacente el escribir como función catártica.
En este poema, el yo lírico quiere expresar la ambigüedad del sentir amoroso y lo inseguro que es éste. El sentimiento (principalmente la melancolía, la nostalgia y la lejania) es la fuente de la escritura (“Puedo escribir los versos más tristes esta noche”).
La amada no aparece como una persona sino como una entidad, gracias al desmembramiento de su imagen (voz, cuerpo, ojos, oídos). Se insiste en los ojos, adjetivados como “grandes”, “fijos” e “infinitos”, lo que los identifica con el cielo y los astros (“noche inmensa”, “cielo infinito”, astros infinitamente lejanos, ojos como estrellas, infinito número de estrellas, etc.).
Y tiritan, azules, los astros, a lo lejos”: el verbo tiritan introduce una metáfora que connota las estrellas titilan como si temblaran de frío, como si estuvieran “azules” de tanto frío; el frío es la sensación que corresponde a la soledad.
En todos los versos en que aparece el verbo “escribir” está implícita una función LIBERADORA de la poesía, pero donde se da más explícitamente es en “Y el verso cae al alma como al pasto el rocío”. La poesía como bálsamo y consuelo para el dolor de la pérdida.
El poeta establece un paralelo entre la inalterable del mundo (“La misma noche”, “los mismos árboles”) y la inestabilidad de los sentimientos (“Nosotros, los de entonces, ya no somos mismos”). A partir de ese momento parecería que el dolor se agudiza, que el ritmo se apresura, pero el poeta encuentra el consuelo de que tal vez siga sintiendo amor ( Pero tal vez la quiero”), como si la mayor angustia proviniera de la pérdida del sentimiento, más que de perderla a ella.
Fuente: AcademiaPaso / Univ Chile
interesante =)
ResponderEliminarEspectacular Lula (y)
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