Un dolor jamás dormido,
una gloria nunca cierta,
una llaga siempre abierta,
es amar sin ser querido.
Corazón que siempre fuiste
bendecido y adorado,
tú no sabes, ¡ay!, lo triste
de querer no siendo amado.
A la puerta del olvido
llama en vano el pecho herido:
Muda y sorda está la puerta;
que una llaga siempre abierta
una gloria nunca cierta,
una llaga siempre abierta,
es amar sin ser querido.
Corazón que siempre fuiste
bendecido y adorado,
tú no sabes, ¡ay!, lo triste
de querer no siendo amado.
A la puerta del olvido
llama en vano el pecho herido:
Muda y sorda está la puerta;
que una llaga siempre abierta
lindo, me encantó!
ResponderEliminarExcelente poema, deberías de poner COPLAS A LA MUERTE DE MI PADRE de Jorge Manrique; en particular me parecen geniales.
ResponderEliminarExcelente, me gusto
ResponderEliminarAmar sin ser correspondido es como llorar sin que caigan lágrimas
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